Para
perdonar, no se trata de hacer borrón y cuenta nueva y ya, sino de arrancar la
hoja y romperla a pedazos. Verla destruida es lo único que puede traernos
alivio. Decir “ya paso”, es más reconfortable que decir “ya lo olvide”. Es
cierto que jamás se olvida del todo. Y el olvido sin perdón, jamás es olvido,
sino más bien una mentira que decimos espontáneamente porque sí. Pero tampoco
sirve de nada llenar la mente con tristes o malos recuerdos, que lo único que
hacen es amargarnos más la vida. Admito que yo aún hoy, sigo intentando olvidar
las imágenes más dolorosas de mi existencia. Esas de las que uno se lamenta día
a día y se pregunta ¿Por qué tuve que haber visto algo que no me convenía? Fue
mi decisión y probablemente me persiga toda la vida. Pero me gusta pensar,
aunque sea a veces, que con escribir esos pensamientos en un papel y prenderlo
fuego, para gozar de ese momento en que arde lentamente, me alivia mi ser. Irónicamente
debería decir que ni con una fogata enorme llegaría a quemar toda la angustia
condensada que llevo en el alma. Y lo peor de todo es querer salir adelante,
cueste lo que cueste, pero esas cosas no te dejan avanzar tan fácilmente. Pero
si jamás las haces a un lado de tu vida, interferirán constantemente, y cada
vez que estés desprevenida y pienses que todo está bien y todo está marchando bien,
te volverán a arruinar el día. Lo sé porque me pasa usualmente, y hasta que no
se entierra definitivamente el pasado, que no está para nada pisado, las
cicatrices jamás cicatrizan, y el olvido jamás será olvidado.
lunes, 11 de febrero de 2013
Expertos en Postergar
Sin dudas, somos unos expertos en postergar todas las cosas, como dirían,
unos colgados. Todo va al baúl, y debajo de las almohadas, desde los
abrazos hasta las charlas que empiezan
con un “tenemos que hablar” y así solo empieza la extensa lista. Es que la
mayoría de las veces no me escuchas
porque no queres, porque no podes, porque simplemente no. Excusas, excusas,
excusas. Yo quisiera tener excusas para que nos olvidemos un poco de los dos, y
no creerte tanto a vos. Me dejas con las palabras en la boca y la rabia sigue
acumulándose en un frasquito, uno más de tantos que guardo para la ocasión. Solías
inventarme un nombre distinto por cada mañana y me pedias que lo intentemos
otra vez pero yo me siento a la mitad del camino, y que por cada paso que avanzamos,
retrocedemos dos. No hay coherencia en toda esta situación, ni siquiera logras
llenar mi corazón. Perdón, pero ya no
quiero jugar.
La Mutilacion
La mutilación es un método de compensación, puede llamárselo
así. Me entere de que esta muy relacionado con los desórdenes alimenticios y
los comportamientos adictivos y que aunque no es socialmente aceptado es más común de lo que imagine. Muchos lo catalogan como una necesidad de atención o manipulación pero es antes que
nada la expresión interna de un grito interno.
La autodestrucción puede tratarse de cortes, quemaduras, rasguños y
pueden ser vistos como una forma de expresar el dolor, una forma no verbal de comunicación donde los sentimientos son
externalizados a través del cuerpo donde podrán ser tratados de un modo más
visible. El acto de mutilación puede ayudar a una persona a liberarse de un
sentimiento intenso de rabia, tristeza, soledad, vergüenza, culpa y/o dolor
emocional. Mucha gente que se corta lo hace como un intento de liberar aquellas
emociones que están sintiendo y sin embargo no pueden expresar. Cualquiera sea
la forma de auto-mutilación que se use, se siente después paz y calma. Como
esos sentimientos solo son temporarios, la persona va a seguir lastimándose hasta
que realmente empiece a tratar con los verdaderos problemas que hay dentro, y
encuentre formas más sanas de aliviar la pena.
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