sábado, 20 de octubre de 2012
Un largo camino.
Viviendo comprendí que nadie te compra la vida, ni tu alma gemela, ni tus amigos, ni siquiera uno mismo puede, y por triste que suene, nunca sabemos si estamos escribiendo por ultima vez, si besamos por ultima vez, si abrazamos por ultima vez. Todo llega a su fin, como miles de canciones pronuncian. Y tengo miedo de eso. Aun soy demasiado joven. Pero mas miedo tengo de darme cuenta que no he vivido lo suficiente como para reírme mas, conocer mas personas y de paso, darme cuenta del tiempo que perdí con otras. Y quizás todos tengamos el mismo miedo si nos ponemos a pensar... ¿Y si no lloramos lo suficiente como para desahogarnos por completo? ¿ Y si nos falta amar mas? O pero aun... ¿Y si todabia no amamos ni nos sentimos amados aun? Se que tengo mucho que contar, que disfrutar, y por alcanzar. Incluso seguro que todabia le debo pedir perdón a alguien y dar un abrazo pendiente. Llorar de emoción. Comer mas de las cosas que me gustan. No enojarme tanto, gritar un poco mas. Armar nuevos planes, y cumplir un itinerario repleto de deseos. Hoy quiero vivir lo mejor posible. Hoy quiero levantarme con el pie derecho de siempre (o al menos lo intentaría). Hoy quiero aprender mas, conocer mas. Quiero vivir sin pensar en un limite, ni en una fecha de vencimiento. Pero sobre todo, hoy quiero vivir la vida tal cual me toco vivirla.
Una derrota no es caída.
Las cosas se acaban cuando nosotros decimos basta. No cuando los demás lo dicen por nosotros. Si queremos seguir intentando, nadie nos puede decir que no, nadie nos puede negar una segunda, tercera, incluso séptima oportunidad. Incluso en el amor se puede seguir intentando. Y aunque fallemos, siempre habrá una chance para intentarlo una vez.
Tan chiquita y dando consejos.
Si quieres un consejo de mi breve experiencia, hazte feliz por ti misma y para ti misma. Porque nunca lo conseguirás por medio de los otros. Cruelmente tengo que decir que la decepción es la moneda mas corriente y eso que un día creías tener, mañana ya no esta.
Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes. Y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas. Mucho antes. Y es ahí, justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez. Y por mucho que te esfuerces ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a 3 metros sobre el cielo.
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