sábado, 9 de marzo de 2013


No otra vez. Les pido por favor que no regresen, que se queden en su sitio. Así estaba todo mejor. Mucho mejor. Malditos recuerdos, tan hermosos que aun me hacen daño, que aun conocen donde esta mi debilidad. Me lastiman como las espinas de una rosa, así no puedo respirar, no puedo pensar. Basta. No quiero otra vez proyectar sueños de aquel invierno, cuando todo era distinto, mas perfecto. Quédense allí, en el corazón, al fondo a la derecha, donde ya ni me acordaba de su existencia. Olvidenme, finjan que nunca fueron míos, que nunca debieron si quiera pertenecerme. Pierden el tiempo. Aprendí a vivir con aquel dolor, aunque en algún momento fueron la razón de mi existir. Eso que no era eso, un sueño que duro lo que duro, aquello que una vez me digne a cerrar con un candado y tirar la llave al fondo del mar, mas profundo que estos absurdos recuerdos que vuelven sin ser llamados, sin nada nuevo que contar. 

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