domingo, 4 de noviembre de 2012

No como.


Dile fea, y ella solo se reía.
Dile estúpida, y ella se reía aún mas.
Dile gorda, y ella solo sonreía y se reía.
Pero tu no sabes, que cuando ella llega a su casa no para de llorar. Y de pensar que su vida no sirve para nada y se empieza a lastimar.

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