Y como quien no quiere la cosa, nos volvemos a encontrar entre tantas miradas distraídas, perdidas, y olvidadas en plena soledad. Y como quien no quiere la cosa, ambos disimulamos nuestro propio asombro por volvernos a encontrar. Y como quien no quiere la cosa, la telepatía empieza a funcionar, el pulso se acelera, el corazón se paraliza una vez mas.Y como quien no quiere la cosa, maldigo que todo esto halla sido otro sueño mas, que nuestras vidas nunca puedan volver a transitar por el mismo camino, y que vos estés ahí mirándome en silencio con la misma pregunta sobre el paladar: ¿Que haces ahí, si deberías estar acá? Y yo con la misma respuesta cruda: Ni yo se que hago acá. Tal vez estoy esperando que vos me vengas a rescatar...
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